
En 1920, cinco de las figuras más importantes del mundo de la Danza: Adeline Genée, Tamara Karsavina, Lucia Cormani, Edouard Espinosa y Phillis Bedells, que a su vez representaban los principales métodos de enseñanza del momento, exactamente el 31 de Diciembre de 1920, decidieron crear una Asociación de Profesores de Danza con el único objetivo de “mejorar el standard de la enseñanza del Ballet Clásico”. Efectivamente después de la primera guerra mundial el mundo de la Danza se perdía entre falta de medios y diversidad de opiniones. Siguiendo el modelo de L’ Academie Royal de Danse, fundada en París por Luís XIV, con el objetivo de corregir los múltiples errores que se daban en la danza en aquella época, la ROYAL ACADEMY OF DANCE ha venido actuando en dos sentidos: uno el anteriormente citado y otro como cuidadora de la técnica fundamental del arte de la danza.
El interés principal de la ROYAL ACADEMY OF DANCE es que su técnica y su tradicional integridad permanezcan intactas. En 1928 la Reina Mary aceptó la invitación de ser la Real Patrona de esta institución, patronazgo que ostenta en la actualidad la Reina Isabel II. No obstante, a pesar de haber nacido en el Reino Unido, la Royal Academy of Dance trabaja en cincuenta países, es el organismo reconocido que más alumnos examina alrededor del mundo, y está internacionalmente aceptado como uno de los más altos niveles en la enseñanza de la técnica de la Danza.
Las prioridades de la Academy no son solamente mantener estos altos niveles, sino también mejorarlos y actualizarlos. Los jóvenes estudiantes, quienes representan el futuro de la Danza, deben ser enseñados correctamente y de acuerdo con sus edades. Los cuerpos aún sin formar de los niños deben protegerse del daño que podría causarles una mala enseñanza.